
El senador de Morena, Saúl Monreal, sugirió al Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, que impugnara en tribunales internacionales la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 25 por ciento a la exportación de automóviles. Monreal, en su calidad de legislador zacatecano, subrayó que, ante las decisiones unilaterales tomadas por la Casa Blanca, no se debería descartar la posibilidad de que México también impusiera aranceles a Estados Unidos.
El senador destacó que es importante revisar lo que establece el Tratado de Libre Comercio (TLC) para poder impugnar esas medidas en instancias internacionales. A su vez, advirtió que México debería considerar la opción de aplicar sus propios aranceles, si fuera necesario. Según Monreal, ambas medidas son una opción viable, ya que las políticas unilaterales adoptadas por Estados Unidos afectan a los dos países, no solo a México.
En una entrevista, Monreal señaló que Ebrard debe esforzarse por proteger los intereses de México frente a estas acciones. «Espero que el Secretario de Economía se aplique y que, si es necesario, nosotros respondamos con aumentos a los aranceles», dijo. Sin embargo, el senador expresó el deseo de que no sea necesario recurrir a esa medida y confió en que el gobierno de Donald Trump reconsiderara su postura, ya que las decisiones que se tomen afectarán las economías de ambos países.
Por su parte, la senadora del PRI, Claudia Anaya, consideró que lo más conveniente sería que México y Estados Unidos se apresuraran a renegociar el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). La legisladora explicó que el gobierno mexicano parece estar esperando una posible retractación por parte de Trump, ya que el mandatario estadounidense ha cambiado de postura en dos ocasiones anteriores. A su juicio, el gobierno mexicano no tiene una estrategia clara, sino que se encuentra a la expectativa de lo que suceda para poder reaccionar.
Anaya sugirió que México debería presionar para adelantar la revisión del T-MEC, que está prevista hasta 2026. Según ella, es preferible adelantar este proceso y establecer claramente las reglas comerciales, en lugar de continuar viviendo con incertidumbre. De esta manera, México podría planificar con mayor certeza cómo manejar las relaciones comerciales en el futuro.