
La sequía sigue siendo uno de los principales problemas en la región, pero ahora la misma naturaleza está jugando en contra. La sobrepoblación del pato «buzo» y el cormorán está causando estragos en el embalse, ya que estas aves están consumiendo las crías de los peces. Si no se toman medidas de control por parte de las autoridades, esto podría poner en peligro la población de peces a largo plazo. Miguel Flores Hernández, presidente de la cooperativa de la presa Las Vírgenes, explicó en una entrevista desde el interior del embalse que actualmente hay una sobrepoblación de pato «buzo» y cormorán negro, aves que provienen del mar.
Estas especies están afectando a las crías de diversas especies de peces, como el fino, el bagre y la tilapia. Según Flores, las aves consumen hasta medio kilo de crías, lo que impide que los peces se reproduzcan adecuadamente. A pesar de los esfuerzos por sembrar 150 mil a 113 mil crías de peces en los últimos dos años, estos problemas están impidiendo que los peces alcancen la madurez. Flores Hernández también mencionó que la parvada de estas aves es bastante grande y puede durar hasta 25 años.
Además, las aves tienen una capacidad reproductiva significativa, ya que pueden poner hasta tres huevos por nidada, y hacen de tres a cuatro nidadas al año. Actualmente, se encuentran en temporada de reproducción, con la puesta de huevos comenzando en marzo. El presidente de la cooperativa indicó que ya había hablado con una dependencia acuícola, y le recomendaron contactar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Sin embargo, en PROFEPA le informaron que solo atienden a especies que afecten directamente a los seres humanos, como osos y gatos, pero no se encargan de especies como los patos.
Lo enviaron al ayuntamiento de Rosales, donde conversó con el jefe de ganadería, Alfredo Magaña, quien le aseguró que darían una respuesta. Flores destacó que no buscan exterminar a las aves, sino controlar su población para evitar que sigan creciendo de manera desmedida. A lo largo de la entrevista, Flores enfatizó que todos los involucrados en el embalse se benefician de él, incluyendo a las aves como las gaviotas, pelícanos y otros patos.
Sin embargo, desde hace cinco años, la población de patos ha crecido de forma descontrolada. Los pescadores y otros afectados buscan que se les apoye o asesore sobre cómo manejar esta situación, ya que de no tomar acción, podría llegar el momento en que no haya peces suficientes para la pesca comercial, recreativa o turística. Finalmente, Flores concluyó la entrevista señalando que la pesca comercial está siendo impactada por la falta de agua, además del frío. A pesar de las dificultades, esperan que, con la llegada del calor, la situación mejore un poco. Sin embargo, anticipan que la pesca no será como en años anteriores, y que la sobrepoblación de patos agravará aún más los problemas.