En las comunidades rurales de Meoqui, la floricultura es una actividad que ha visto mejores días. La falta de productores dedicados al cultivo de flores para el Día de Muertos es evidente, y aquellos que persisten enfrentan numerosos desafíos.
Joel Álvarez, uno de los pocos floricultores que quedan en la región, compartió su experiencia en el negocio. Su familia ha cultivado flores durante diecisiete años, y ha enfrentado altibajos debido a la naturaleza delicada del cultivo.
El cultivo de flores es un proceso complejo que requiere cuidados especiales. Después del corte, las cepas deben mantenerse vivas durante el invierno para retoñar en marzo. Luego, se extraen los vástagos con raíz para iniciar un nuevo ciclo.
A pesar de los desafíos, Joel Álvarez cultiva diversas variedades de flores, incluyendo la delicada «bola de nieve» y el crisantemo dorado. También experimenta con girasoles para encontrar la variedad ideal para la región.
La floricultura en Meoqui enfrenta problemas como la falta de agua, apoyos y subsidios. Las plagas y las inclemencias del tiempo afectan los cultivos, y la competencia de flores de otros estados es un desafío adicional.
Sin embargo, durante el Día de Muertos, los floricultores de Meoqui tienen una oportunidad de vender sus productos y mantener viva esta tradición. A pesar de los obstáculos, la floricultura sigue siendo una fuente de orgullo y sustento para las familias que la practican.
¡Apoyemos a los floricultores de nuestra tierra y consume local!