En un movimiento que ha resonado con fuerza en el ámbito político de Chihuahua y a nivel nacional, Javier Corral, exgobernador del estado, ha sido designado presidente de la Comisión de Justicia en el Senado de la República. Este nombramiento no solo marca un regreso significativo de Corral a la escena política, sino que también intensifica su histórica rivalidad con la actual gobernadora, Maru Campos.
El senador Mario Vázquez, también representante de Chihuahua, no tardó en pronunciarse sobre esta designación, calificándola como una «vergüenza» para el estado y el país. Vázquez subrayó que Corral, quien enfrenta varias carpetas de investigación por presuntos actos de corrupción durante su mandato, está utilizando su fuero para evadir la justicia. «Es inaceptable que alguien con señalamientos tan graves pretenda liderar una comisión tan relevante como la de Justicia», declaró Vázquez.
Este choque entre Corral y Campos no es nuevo. Durante su mandato, Corral fue un crítico feroz de César Duarte, exgobernador de Chihuahua, quien fue encarcelado por diversas acusaciones de corrupción. Sin embargo, el fuego entre Corral y Campos se avivó cuando Maru Campos, sucesora de Corral, fue acusada de haber beneficiado a Duarte, supuestamente a cambio de favores políticos ocultos, como su presunta inclusión en la controversial «nómina secreta».
En este contexto, los próximos tres años se perfilan como un período de fuerte confrontación política para Maru Campos, quien enfrenta la presión de tres senadores de Chihuahua en su contra, con Javier Corral al frente, dispuesto a utilizar toda la maquinaria de Morena y sus aliados para socavar la gestión de la gobernadora.
Con la presidencia de la Comisión de Justicia en manos de Corral, las tensiones entre ambos líderes políticos alcanzan un nuevo nivel, dejando entrever una batalla prolongada que podría tener repercusiones profundas no solo en Chihuahua, sino en el panorama político nacional. La gobernadora Campos, bajo el escrutinio continuo y con la «cola entre las patas», como apuntan algunos analistas, deberá navegar un camino lleno de desafíos, mientras Corral y sus aliados no parecen dispuestos a darle tregua.