En medio de un clima político tenso, el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, se encuentra en el ojo del huracán. Recientemente, ha surgido un distanciamiento notable entre Bonilla y la gobernadora del estado, quien estaría considerando perfiles alternativos para la gubernatura.
A pesar de que Bonilla ha sido reconocido como uno de los alcaldes mejor evaluados del país, su capacidad para asumir la gubernatura ha sido puesta en duda. Críticos argumentan que su gestión, aunque efectiva a nivel municipal, podría no ser suficiente para enfrentar los desafíos a nivel estatal. La gobernadora, por su parte, parece estar buscando un perfil que ofrezca una visión más amplia y una experiencia más robusta en la administración pública.
Este distanciamiento podría ser un indicio de que, a pesar de sus logros locales, Bonilla no cuenta con el respaldo necesario para aspirar a la gubernatura. La búsqueda de un “mejor perfil” por parte de la gobernadora sugiere que se están evaluando opciones que puedan ofrecer una gestión más integral y alineada con las necesidades del estado.
Aún que Marco Bonilla ha demostrado ser un líder competente en Chihuahua, su idoneidad para la gubernatura sigue siendo un tema de debate. La decisión final dependerá de cómo se desarrollen las dinámicas políticas en los próximos meses y de la capacidad de Bonilla para demostrar que puede superar las expectativas a nivel estatal.