
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) ha revelado los detalles sobre cómo se llevará a cabo la nueva política que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas. Esta decisión, que busca reducir las distracciones tecnológicas y promover la concentración en el aula, entrará en vigor a partir de mediados de febrero en todas las escuelas intermedias y secundarias. Además de los teléfonos móviles, también se incluirán en la prohibición los relojes inteligentes y otros dispositivos que permitan acceso a internet o comunicación.
Este cambio es uno de los más significativos en el sistema educativo de la región y responde a una creciente preocupación por el uso excesivo de dispositivos entre los estudiantes, lo cual está afectando su desempeño académico y su interacción social. Las autoridades han destacado que los estudiantes se han vuelto «adictos» a sus dispositivos, lo que impacta negativamente en su proceso de aprendizaje y en su capacidad para relacionarse con sus compañeros.
El superintendente del LAUSD, Alberto Carvalho, comentó sobre la situación, afirmando que es evidente que los estudiantes han caído en una dependencia tecnológica, un problema que considera debe ser erradicado. Por su parte, Andrés Chait, jefe de Operaciones Escolares, señaló que la nueva política comenzará a aplicarse oficialmente el 18 de febrero, justo después del fin de semana del Día de los Presidentes.
Aunque alrededor de 50 escuelas dentro del distrito ya habían adoptado medidas similares, ahora la política se implementará de manera uniforme en todas las escuelas secundarias e intermedias del LAUSD, con la excepción de las primarias, donde los dispositivos móviles no son comúnmente utilizados por los estudiantes.
Según la nueva normativa, los teléfonos deberán permanecer fuera del alcance de los estudiantes durante toda la jornada escolar, incluidas las pausas de almuerzo y los recesos entre clases.