
Joel Niño, bombero meoquense con casi 20 años de servicio, destacó por su participación en dos de los incendios más relevantes de la región. El pasado 13 de febrero, estuvo a cargo del turno durante el llamado de apoyo al incendio en Walmart Sucursal Delicias. Además, Joel formó parte del equipo de paramédicos en la Cruz Roja Meoqui y fue voluntario en el Cuerpo de Bomberos durante el siniestro ocurrido en marzo de 2005 en Soriana, uno de los incidentes más significativos en la historia de la Región Centro Sur.
En una entrevista, Joel recordó cómo las condiciones en 2005 eran muy diferentes: «El trabajo es el mismo, pero a la vez muy diferente. En aquel entonces, no teníamos la capacitación ni los recursos que tenemos ahora. No usábamos equipos de respiración autónomos y la respuesta era mucho más lenta», comentó. Durante ese incendio, el fuego fue en aumento hasta que el techo colapsó, mientras que en el caso de Walmart, el combate fue más rápido y eficiente gracias a la preparación y el equipo actual. «En 2005 solo teníamos una unidad modelo 1956 y muchas limitaciones. Ahora contamos con más equipo, más unidades y mayor confianza para enfrentar situaciones de alto riesgo», añadió.
Además, Joel destacó que la formación dentro del Cuerpo de Bomberos ha mejorado sustancialmente con el tiempo. «Hemos recibido capacitaciones con la fundación 911 de bomberos de Nueva York. Antes, muchas cosas las hacíamos con las uñas; hoy tenemos más herramientas para protegernos y realizar nuestro trabajo de manera más segura», expresó. A pesar de las dificultades del incendio de Soriana, recordó con una sonrisa cómo, en medio del caos, un compañero se detuvo para divertirse: «Estábamos en el área de panadería rodeados de pasteles, y de repente, dijo que nunca había celebrado un cumpleaños. Sin pensarlo, empezó a meter la cara en los pasteles. Esas son las cosas que nunca se olvidan».
Joel también recordó cómo la falta de redes sociales en ese entonces permitió que surgieran rumores y bromas sobre la vieja unidad de bomberos. «Decían que nuestra unidad se había quedado sin frenos y había entrado hasta el fondo del incendio», comentó entre risas.
A lo largo de su carrera, Joel ha aprendido que no existen incendios pequeños. «Hemos tenido casos donde un simple incendio de pasto se complica y termina con compañeros lesionados. Por eso, regresar de Walmart con todos sanos es una gran satisfacción. La gente nos lo agradece, y claro que se siente bien, pero al final, es nuestro trabajo. Lo hacemos con cariño porque nos encanta nuestra profesión y seguiremos aquí, hasta que Dios quiera», concluyó.