Dominique Pelicot, condenado a 20 años de prisión por violaciones en serie, ha decidido no apelar su sentencia. El francés, quien drogó durante una década a su esposa Gisèle para violarla junto a decenas de desconocidos, optó por no recurrir la condena, según anunció su abogada, Béatrice Zavarro, el lunes.
La abogada explicó que, aunque Pelicot no apelará la sentencia, esta decisión tiene un motivo claro: evitar someter a su esposa a un nuevo «calvario» y a enfrentamientos adicionales. Zavarro destacó que, para Pelicot, de 72 años, ya es momento de poner fin al proceso. A pesar de la decisión del principal acusado, se llevará a cabo un nuevo juicio debido a que más de quince de los cincuenta coacusados han apelado la sentencia, lo que obligará a un tribunal con jurado popular a revisar el caso.
El 19 de diciembre, un tribunal compuesto por cinco jueces declaró culpables a los 51 acusados, la mayoría hombres de entre 27 y 74 años, por la violación agravada de Gisèle Pelicot entre 2011 y 2020. Las sentencias dictadas variaron entre los 20 años de prisión para Dominique Pelicot, la pena máxima, hasta tres años, con dos de ellos en suspenso, para un jubilado acusado de agresión sexual. Pelicot nunca negó que drogaba a su esposa con ansiolíticos para someterla a violaciones por parte de hombres que contactaba a través de internet.
Hasta el momento, 17 de los acusados han apelado sus sentencias, y otros podrían hacerlo antes del lunes, el último día para presentar recursos.
Por su parte, Gisèle Pelicot, de 72 años, ha ganado reconocimiento mundial como símbolo de la lucha contra las violencias sexuales hacia las mujeres. Ella rechazó la opción de un juicio a puerta cerrada, al que tenía derecho como víctima, con el fin de «cambiar la vergüenza de bando». Su valentía ha sido alabada tanto en Francia como internacionalmente. Stéphane Babonneau, uno de sus abogados, aseguró que Gisèle no tiene miedo de un nuevo juicio y que, tras el proceso, está aliviada y feliz de regresar a su casa.
A pesar de la admiración que ha generado, Gisèle ha reiterado que no quiere ser vista como un «icono», sino como una persona sencilla que intenta llevar su vida de la forma más normal posible. Insistió en que no quiere que otras víctimas sientan que necesita tener una fuerza extraordinaria para superar su sufrimiento.
Tras el veredicto, políticos de alto nivel, como el presidente de Francia Emmanuel Macron, y líderes internacionales, entre ellos el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, elogiaron la “dignidad” y “valor” de Gisèle. Macron, en particular, expresó su agradecimiento a Gisèle por convertirse en una «pionera» para que otras mujeres puedan hablar y luchar contra la violencia.
Además, Dominique Pelicot podría enfrentarse a nuevos juicios por un intento de violación en 1999 en la región de París y por la violación y asesinato de una agente inmobiliaria de 23 años en París en 1991.