
Analistas han señalado que la caída en los precios del petróleo responde a la combinación del aumento de aranceles, que reduce las expectativas de demanda, y a la mayor producción de la OPEP+. Este lunes, los precios del crudo continuaron su descenso, perdiendo un 3% debido al incremento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, lo que genera temores sobre una posible recesión que disminuiría la demanda de petróleo, mientras la OPEP+ aumenta su oferta.
Los precios de los referenciales Brent y WTI alcanzaron su nivel más bajo desde abril de 2021. El Brent perdió 1.94 dólares, o un 3%, situándose en 63.64 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate bajó 1.94 dólares, o un 3.1%, quedando en 60.05 dólares. La caída del precio del petróleo también se vio acelerada el viernes pasado, cuando China impuso nuevos aranceles del 34% a productos estadounidenses, intensificando la guerra comercial y generando un aumento de las expectativas de recesión.
La semana anterior, tanto el Brent como el WTI perdieron un 10.9% y 10.6%, respectivamente. Según Harry Tchilinguirian, de Onyx Capital Group, la incertidumbre sobre la política arancelaria continúa siendo un factor clave. Además, varios bancos de Wall Street han ajustado sus previsiones económicas, aumentando las probabilidades de una recesión. Este factor ha sido uno de los principales impulsores del sentimiento negativo en los mercados.
Goldman Sachs pronosticó este lunes un 45% de probabilidad de recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses, revisando a la baja sus previsiones sobre los precios del petróleo. Por su parte, Citi también recortó sus estimaciones para el Brent, mientras que JPMorgan destacó una probabilidad del 60% de recesión tanto en Estados Unidos como a nivel global.
En respuesta a esta situación, Arabia Saudita anunció el domingo un fuerte recorte de los precios del crudo para los compradores asiáticos, lo que llevó al precio de mayo a su nivel más bajo en cuatro meses. El aumento de los aranceles por parte de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, fue respondido por China con una nueva ronda de gravámenes sobre productos estadounidenses, lo que profundiza las preocupaciones de los inversores sobre una guerra comercial global.
Aunque las importaciones de petróleo, gas y productos refinados fueron exentas de los nuevos aranceles, las medidas podrían avivar la inflación, desacelerar el crecimiento económico y agravar las disputas comerciales, lo que afectaría negativamente los precios del crudo. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, comentó el viernes que los nuevos aranceles de Trump son «más grandes de lo esperado» y que sus repercusiones económicas podrían ser también más profundas de lo anticipado.
A este panorama se suma la decisión de la OPEP+ de aumentar su producción, lo que ejerce presión adicional sobre los precios. El grupo, que incluye a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, decidió incrementar la producción en 411 mil barriles diarios a partir de mayo, en comparación con los 135 mil barriles inicialmente planeados. Además, los ministros de la OPEP+ insistieron en cumplir con los objetivos de producción y solicitaron a los países con sobreproducción que presentaran planes para compensar el exceso antes del 15 de abril.