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El Papa Francisco recibe el alta médica y vuelve a aparecer en público

El Papa Francisco dejó el Hospital Gemelli de Roma el domingo, tras haber permanecido allí durante cinco semanas. Durante su estancia, recibió tratamiento para la neumonía y realizó su primera aparición pública desde el 14 de febrero. El Pontífice saludó a los presentes desde un balcón, justo antes de ser dado de alta. A sus 88 años, Francisco fue ingresado en el hospital el 14 de febrero debido a una grave infección respiratoria, lo que representó la crisis de salud más grave que ha enfrentado durante sus 12 años de papado.

Un vehículo que transportaba al Papa salió del hospital poco después del mediodía, siendo escoltado por una caravana de vehículos policiales hasta la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Tras la visita, el Pontífice, quien mantiene una devoción especial por esta iglesia, regresó al Vaticano. Los médicos del Papa informaron el sábado que su recuperación aún llevará «mucho tiempo», y señalaron que le recomendaron dos meses adicionales de descanso en el Vaticano.

Antes de abandonar el hospital, Francisco ofreció una sonrisa y un saludo con la mano a los cientos de personas que se habían reunido fuera. Como es habitual en él, utilizó una silla de ruedas, y aunque su rostro parecía hinchado, estuvo solo unos momentos frente al público, agradeciendo a un hombre que le ofreció flores amarillas. Su voz sonó débil mientras hablaba brevemente. A lo largo de su hospitalización, Francisco solo había sido visto públicamente una vez antes, en una imagen divulgada por el Vaticano la semana pasada, en la que se le veía rezando en la capilla del hospital.

A pesar de que el Papa había estado recibiendo oxígeno durante su estadía, en su aparición pública del domingo pudo respirar por sí mismo. Sin embargo, durante el viaje en coche, se le vio usando una pequeña manguera de oxígeno en la nariz. La multitud de seguidores que se encontraba en los alrededores del hospital vitoreaba y coreaba «Francisco, Francisco, Francisco» antes de su aparición. Habitualmente, el Papa saluda a los fieles en la Plaza de San Pedro cada domingo al mediodía, ofreciendo una breve oración. Sin embargo, no lo hacía desde el 9 de febrero, justo antes de ser ingresado.

Aunque no ofreció su tradicional oración dominical, el Vaticano publicó un mensaje preparado por el Papa. En él, Francisco expresó: «En este largo período de hospitalización, he tenido la oportunidad de experimentar la paciencia del Señor, que también veo reflejada en el cuidado incansable de los médicos y trabajadores sanitarios, así como en la devoción y las esperanzas de las familias de los enfermos».