El oro alcanzó un nuevo máximo histórico al comenzar la semana, justo antes de la esperada última ofensiva arancelaria del presidente Donald Trump, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre una posible guerra comercial global, según informó Bloomberg. El precio del lingote subió un 1.4 por ciento, alcanzando los 3,127.92 dólares por onza. Esto superó el récord anterior, registrado el viernes, cuando el oro logró su cuarta ganancia semanal consecutiva.
El aumento en los precios del oro ha sido impulsado por la creciente demanda de activos refugio, en un contexto de aversión al riesgo que domina los mercados. La semana pasada, Trump firmó una declaración que impone un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles. Además, los operadores se están preparando para la implementación de aranceles recíprocos de la Casa Blanca, que entrarán en vigor el miércoles.
En lo que va del año, el oro ha subido cerca del 19 por ciento, logrando al menos 15 nuevos máximos históricos. Este repunte ha sido favorecido por las compras de bancos centrales y la creciente demanda de refugio seguro, en medio de la incertidumbre geopolítica y macroeconómica. A pesar de estos factores, los operadores de swaps han reducido sus expectativas sobre una posible flexibilización de la Reserva Federal este año, con la previsión de solo dos recortes de tasas de un cuarto de punto.
Las tasas más bajas suelen beneficiar al oro, dado que este no genera intereses. Además, varios bancos importantes han revisado al alza sus pronósticos de precio para el metal precioso. Por ejemplo, Goldman Sachs Group Inc. aumentó su estimación este mes a 3,300 dólares por onza para finales de año. El banco justificó su pronóstico citando una demanda mayor de lo esperado por parte de los bancos centrales y un fuerte flujo de capital hacia fondos cotizados (ETF) respaldados por lingotes.