
Los líderes de los países miembros de la Liga Árabe se reunieron en El Cairo para discutir la situación en Gaza, donde expresaron su firme rechazo a los intentos «inmorales» de desplazar a los gazatíes. En su declaración final, pidieron la unificación de los palestinos bajo la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), excluyendo de facto al movimiento islamista Hamas, que no forma parte de dicha organización.
En el encuentro, se acordó la creación de un fondo destinado a financiar la reconstrucción de Gaza, que ha sufrido severos daños debido a 15 meses de conflicto entre Israel y Hamas. Además, los líderes árabes instaron a la comunidad internacional a colaborar en esta iniciativa.
Sin embargo, el plan podría enfrentar la oposición de Israel, que ha reiterado su objetivo de eliminar a Hamas y ha descartado cualquier posibilidad de que la Autoridad Palestina, que actualmente gobierna bajo restricciones en Cisjordania ocupada, juegue un papel en la gestión de Gaza.
Egipto presentó un proyecto de reconstrucción por 53 mil millones de dólares, con el objetivo de reconstruir la Franja de Gaza en un plazo de cinco años, similar al que la ONU había estimado previamente. El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, afirmó que este plan permitiría que los 2.4 millones de gazatíes permanezcan en sus tierras, contrastando con la propuesta de Trump, que sugería su reubicación en Egipto y Jordania para convertir Gaza en la «Riviera de Oriente Medio». A pesar de las críticas internacionales a la iniciativa estadounidense, Al Sisi evitó opinar sobre ella directamente.
El comunicado final de la cumbre advirtió que cualquier intento «inmoral» de desplazar a la población palestina o de anexionar territorios palestinos ocupados podría desencadenar una nueva ola de conflictos en la región. En cuanto a los próximos pasos, el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatty, declaró que Egipto buscará el apoyo de los países musulmanes durante una reunión urgente de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que se llevará a cabo en Yedá el viernes. «Queremos que este plan sea un plan árabe e islámico», agregó.
Desde que Hamas tomó el control de Gaza en 2007, desplazando a la Autoridad Palestina, la división entre las facciones palestinas ha sido un desafío constante. En la cumbre, el presidente palestino Mahmud Abás, quien dirige la Autoridad Palestina desde 2005, expresó su disposición a organizar elecciones presidenciales y legislativas en los Territorios Palestinos «el próximo año», siempre que se den las condiciones adecuadas. Hamas, por su parte, expresó su aceptación del plan árabe y la creación de un comité encargado de gestionar Gaza tras el conflicto.
El plan egipcio se llevará a cabo en varias etapas, comenzando con un periodo de seis meses para limpiar escombros, eliminar minas y explosivos, y establecer viviendas temporales para albergar a más de 1.5 millones de personas desplazadas. Posteriormente, se procederá con la construcción de infraestructuras básicas y viviendas permanentes, seguido por la creación de un puerto comercial y un aeropuerto en la última fase. El secretario general de la ONU, António Guterres, quien participó en la cumbre, expresó el apoyo firme de la organización a la iniciativa árabe.