
Frecuentemente, al salir del banco ubicado en la avenida Río Conchos norte, se pueden escuchar expresiones como “Una ayuda por favor”, “Lleve manzanas” o “Kórima”. El exterior de esta sucursal bancaria se ha transformado en un pequeño mercado de abastos.
Desde primeras horas del día, se pueden ver instalados en el lugar vendedores de artesanías, frutas, y dulces, así como personas que piden ayuda para poder comer. Estos últimos pasan todo el día en espera de que las personas que salen del cajero automático les den algo para “un taco”.
En un recorrido realizado por este medio, se pudo observar que el lugar es utilizado de forma fija por entre dos y seis personas que han adoptado el exterior del banco como su espacio de trabajo diario. Además, es común ver vehículos estacionados, algunos de ellos exhibiendo información detallada sobre carros y camionetas en venta, junto con el contacto de los vendedores.
Al respecto, algunos usuarios del banco, quienes pidieron permanecer en el anonimato, expresaron su molestia por tener que pasar por este lugar, ya que, en ocasiones, los vendedores y personas que piden ayuda obstruyen el paso de los transeúntes e incluso dificultan el acceso al propio banco.
Una de las ciudadanas entrevistadas mencionó: “Una vez llegué a retirar dinero, venía del trabajo y, al salir, escuché los gritos de ‘kórima’, que si no compraba guayabas, que manzanas, y que si les daba un apoyo para comer. No es nada contra las personas, pero sí resulta molesto que estén afuera del banco, presionando para que compren o den dinero”.
Otro de los entrevistados relató: “Recuerdo que llegué hace poco, cuando ya empezaba a oscurecer y el viento soplaba. Había una señora afuera vendiendo frutas, y en lugar de irse, se metió al área de los cajeros para seguir vendiendo”.