Mark Carney, exbanquero y exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, asumió oficialmente el cargo de Primer Ministro de Canadá en medio de los desafíos derivados de la guerra comercial iniciada por Donald Trump. El acto formal de investidura tuvo lugar este viernes en Ottawa, solo cinco días después de que Carney fuera elegido de manera abrumadora por los miembros del Partido Liberal para reemplazar a Justin Trudeau al frente de la agrupación política.
Carney, de 59 años, optó por un Gabinete más reducido en comparación con el de su predecesor Trudeau. Este nuevo gabinete será, además, de duración más corta, ya que se prevé que en las próximas semanas se lleven a cabo elecciones nacionales. Entre los nombramientos clave, Carney designó a François-Philippe Champagne como ministro de Finanzas, y reubicó a Dominic LeBlanc en el cargo de Comercio Internacional. Además, mantuvo a Melanie Joly como ministra de Asuntos Exteriores y a David McGuinty en la cartera de Seguridad Pública.
El ascenso de Carney al puesto de Primer Ministro tiene un carácter histórico y destaca por varias razones. No solo es un exbanquero de Goldman Sachs, sino que también se convierte en el primer Primer Ministro canadiense en asumir el cargo sin haber sido previamente elegido para un escaño en la Cámara de los Comunes ni en el Senado, a excepción de la figura del primer líder del país, quien fue nombrado antes de las primeras elecciones.