
El estado continúa siendo golpeado por los efectos de 17 incendios activos, que afectan un total de 4,098 hectáreas en nueve municipios, especialmente en la región serrana. Esta información fue proporcionada en el último informe de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Con estas cifras, la entidad se mantiene entre las más afectadas por el fuego, solo superada por Tamaulipas, que hasta la fecha de la edición contaba con cuatro incendios activos y una afectación de 4,869 hectáreas.
Los incendios han impactado a diversos municipios, incluidos Moris, Guachochi, Guadalupe y Calvo, Casas Grandes, Urique, Uruachi, Balleza, Guerrero y Guazapares. En respuesta a la emergencia, se han desplegado 339 brigadistas para combatir las llamas. Uruachi es el municipio más afectado, ya que alberga el incendio activo de mayor extensión, que ha destruido 920 hectáreas en el Rancho Selaybo (Arechuyvo), sin que aún se hayan reportado avances en su control, a pesar de haber comenzado el 7 de marzo.
Moris, por su parte, enfrenta dos incendios que han afectado un total de 737 hectáreas. Uno de ellos, que abarca 425 hectáreas en las comunidades de El Frijolar, ejido El Pilar y Anexos (El Palmar), ha logrado un avance del 40 por ciento en su control y un 30 por ciento en su liquidación. El otro incendio, de 312 hectáreas, está ubicado en Sahuayocan (Las Difuntas), sin que aún se reporten avances significativos.
En el municipio de Guerrero, el fuego ha afectado 660 hectáreas dentro del área natural Papigochic. Los brigadistas han logrado controlar el 40 por ciento de la zona y liquidar el 30 por ciento. Otro incendio en Cojohuachi (El Manzano) ha afectado 68 hectáreas, con un 40 por ciento de avance en su contención y un 30 por ciento en su extinción. En Balleza, un incendio de 605 hectáreas continúa activo en los ejidos El Caldillo, su anexo El Vergel y el Arroyo de la Cueva. Este fuego ha sido controlado en un 65 por ciento y extinguido en un 55 por ciento. En el ejido San Carlos, el incendio tiene una extensión de solo nueve hectáreas, pero aún no ha sido controlado.
En la región noroeste, específicamente en Casas Grandes, sigue activo un incendio en el ejido Vicente Guerrero, que ha quemado 501 hectáreas. Los brigadistas han logrado controlarlo en un 60 por ciento y liquidarlo en un 50 por ciento. Cerca de Mata Ortiz, también en Casas Grandes, otro incendio ha destruido 188 hectáreas y ha sido completamente liquidado en un 40 por ciento.
Guadalupe y Calvo también enfrenta tres incendios. El mayor, de 175 hectáreas, se encuentra en los ejidos La Soledad de San Julián y Cruz de Piedra (Casas Blancas). Este incendio ha sido controlado en un 70 por ciento y liquidado en un 60 por ciento. El segundo incendio, de 20 hectáreas, está en el área natural protegida del Cerro Mohinora, y ha avanzado un 80 por ciento en su liquidación. El tercero es de solo siete hectáreas en el ejido La Trinidad, y no presenta grandes avances.
En Guachochi, tres incendios continúan activos. El más grande, de 94 hectáreas en el ejido Tonachi, ha sido completamente controlado y liquidado en un 90 por ciento. Los otros dos, de 30 y 13 hectáreas, han sido liquidados en un 85 por ciento y un 20 por ciento, respectivamente. En Guazapares, el incendio que afecta 58 hectáreas en los ejidos Monterde y San Rafael de Orivo (El Morral) está casi completamente liquidado. Lo mismo ocurre con otro incendio de 13 hectáreas en el ejido El Churo (El Ranchito), en el municipio de Urique.
Las autoridades han advertido que la temporada de incendios podría empeorar debido a la intensa sequía, la falta de lluvias y los fuertes vientos. Además, ya se ha lamentado la pérdida de un brigadista, Raudel Miramontes Moreno, de 50 años, quien falleció mientras combatía incendios en el Ejido El Largo Maderal, en el municipio de Madera, a principios de marzo. Su familia confirmó su muerte, explicando que el brigadista quedó atrapado en un denso humo durante su labor, lo que le impidió respirar y causó su fallecimiento por asfixia.