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Xi desafía la desaceleración: China debe liderar la carrera tecnológica global

Durante la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo de China, el presidente Xi Jinping dejó claro que nada debe obstaculizar su visión de hacer de China una potencia tecnológica global, superando a sus competidores. Ni la desaceleración económica, ni la elevada deuda de los gobiernos locales, ni las tensiones comerciales con Estados Unidos son obstáculos para sus ambiciosos planes.

Este evento, que se celebra en Beijing, anteriormente era un espacio donde los líderes del Partido Comunista de China solían presentar sus políticas y, ocasionalmente, algunos delegados elegidos por el partido criticaban cuestiones como la contaminación. En raras ocasiones, se daban situaciones de desacuerdo entre altos funcionarios. Sin embargo, Xi ha transformado este encuentro en un acto cuidadosamente planeado, de una semana de duración, en el que se exalta su visión personal. En esta edición, instó a avanzar en áreas tecnológicas clave como la inteligencia artificial, la biotecnología y las armas de última generación.

Según Jimmy Goodrich, asesor principal de la RAND Corporation, Xi ha observado cómo las décadas de inversión científica de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial llevaron a ese país a un gran éxito y busca replicar ese modelo. «Está convencido de que solo a través de la autosuficiencia tecnológica y científica, China podrá mejorar su economía, fortalecer su capacidad militar y asumir un papel protagónico en el escenario mundial», añadió Goodrich.

El mensaje implícito de Xi es que otras iniciativas, como la recuperación de la confianza entre los empresarios privados chinos, deben alinearse con este gran objetivo nacional. La reunión también le proporciona a Xi la oportunidad de obtener una aprobación pública clara para sus prioridades, dado que las oposiciones dentro del Congreso, que cuenta con cerca de 3,000 delegados, se han vuelto extremadamente raras. El único hecho que generó algo de intriga fue la ausencia de Zhao Leji, presidente del Congreso, en la clausura de la sesión, debido a una infección respiratoria.

La agenda de Xi es clara. En el primer día del congreso, se reunió con delegados de la provincia industrial de Jiangsu y les pidió que aprovecharan la innovación científica y tecnológica. Los delegados fueron mostrados en la televisión estatal anotando cuidadosamente sus comentarios. Al día siguiente, Xi escuchó los informes de científicos y funcionarios educativos, destacando la importancia de la educación en la transformación de China en una “gran potencia científica y tecnológica”.

El tercer día, Xi se vistió con su uniforme militar y se reunió con miembros del Ejército Popular de Liberación, exigiendo mayor eficiencia en la implementación de los planes de modernización, la erradicación de la corrupción y una mayor agilidad en la adopción de tecnologías avanzadas. Además, pidió acelerar el desarrollo de nuevas capacidades de combate, como aviones de combate de próxima generación, drones, submarinos y otras armas.

Finalmente, las prioridades de Xi también se reflejan en el presupuesto anual de China, que contempla un incremento del 8,3% en el gasto gubernamental en ciencia y tecnología para este año. Asimismo, se destinarán más fondos a educación (6,1%) y a las fuerzas armadas (7,2%). Por otro lado, el gasto en sectores como la atención sanitaria y el bienestar social experimentará aumentos más moderados, alrededor del 5%.