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La obesidad infantil sigue en aumento debido a la comida chatarra y el sedentarismo

El 24.6% de la población adulta mayor de 18 años padece de obesidad, una cifra preocupante que se agrava aún más en los niños. El sedentarismo y el consumo de una dieta alta en calorías contribuyen significativamente a que los pequeños adopten malos hábitos alimenticios. Estos hábitos, si no se controlan a tiempo, pueden ocasionar problemas de salud graves como diabetes, hipertensión y aumentar el riesgo de otras enfermedades.

Francisca Mercado Ávila, coordinadora de Salud Municipal, señaló que, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, esta problemática sigue en aumento. Sin embargo, enfatizó que es una situación prevenible, sobre todo en los niños. La doctora Mercado explicó que el sedentarismo es un factor clave, ya que los niños no realizan actividad física y combinan esto con una dieta hipercalórica, lo que genera hábitos alimenticios perjudiciales para su salud.

Afortunadamente, una de las acciones positivas implementadas por el gobierno federal ha sido la aprobación de una ley que prohíbe la venta de comida chatarra en las escuelas. Esta medida es un paso importante para reducir el acceso a alimentos poco saludables que contribuyen a enfermedades. La doctora Mercado también hizo un llamado a los padres para que no se dejen llevar por lo “fácil” y rápido, ya que aunque es más cómodo, a largo plazo resulta más caro y perjudicial para la salud de los niños. Los padres deben asegurarse de que sus hijos desayunen en casa, aunque esto implique madrugar un poco más.

En resumen, evitar los malos hábitos alimenticios es fundamental para prevenir enfermedades como la hipertensión y la diabetes. Además, estos hábitos también hacen que los niños sean más vulnerables a otras afecciones, por lo que es crucial actuar a tiempo para garantizar una vida más saludable.