Recientemente, la National Library of Medicine de Estados Unidos ha reconocido al ajo como un superalimento, destacando su importancia en la mejora de la salud y la prevención de enfermedades comunes como el cáncer, los trastornos cardiovasculares y la diabetes. Este respaldo científico resalta las propiedades del ajo como un aliado clave en el cuidado de la salud.
El ajo es conocido por sus poderosas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y reductoras de lípidos, las cuales han sido validadas a través de estudios clínicos. Estos estudios han demostrado que el ajo puede influir de manera positiva en los biomarcadores de diversas enfermedades, lo que refuerza su reputación como un alimento beneficioso para la salud.
Maneras de incorporar el ajo a la dieta de forma saludable:
Aunque es recomendable consultar a un médico antes de comenzar su consumo regular, se pueden considerar opciones como extractos de ajo, suplementos, o añadirlo a guisos, ensaladas o consumirlo crudo. Cada una de estas formas ofrece distintos beneficios para el organismo.
Salud cardiovascular y metabólica:
El ajo ha demostrado ser eficaz al mejorar los niveles antioxidantes en el cuerpo, disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas obesas y regular los biomarcadores endoteliales. Estos efectos son especialmente útiles para personas que padecen enfermedades crónicas, ya que ayudan a optimizar su salud general.
Consumir Ajo puede ayudar a la prevención del cáncer:
Diversas investigaciones sugieren que el ajo podría tener un efecto preventivo sobre las lesiones precancerosas. Además, algunos estudios indican que el ajo puede influir en la expresión génica vinculada a la inmunidad y la apoptosis, dos procesos clave para la prevención del cáncer.
En el estudio titulado Beneficios potenciales del ajo para la salud según estudios de intervención humana: una breve descripción, se reconoce el efecto anticancerígeno del ajo. Los especialistas que participaron en esta investigación destacan que el ajo tiene propiedades anticancerígenas, además de ser cardioprotector, antihiperglucémico, antimicrobiano y antihipertensivo. Estos efectos son atribuibles a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y reductoras de lípidos.
En cuanto a las perspectivas futuras sobre el ajo como superalimento, la investigación sigue respaldando su uso en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades. Aunque es necesario realizar más estudios para comprender completamente sus efectos, el ajo se perfila como un importante aliado para la salud, especialmente por sus propiedades anticancerígenas, cardioprotectoras y antihiperglucémicas.