
La pintura fue creada hace 37 años y está ubicada en una granja sobre la carretera que conecta Delicias con Meoqui. Este sábado se celebró la inauguración del mural restaurado, obra del pintor originario de Delicias, Alfonso Amparán. Su legado artístico fue extenso, y diversos fragmentos de su trabajo permanecen en distintos espacios públicos y privados de la región.
Uno de estos lugares es la granja propiedad de la familia Mátar, situada a un lado de la carretera Delicias-Meoqui. En este sitio se descubrió y restauró un mural realizado por Amparán hace más de tres décadas, que se encontraba en estado de abandono y casi olvidado.
Carlos Gallegos Pérez, cronista municipal de Delicias, comentó que recientemente se redescubrió una paloma pintada en la pared de una bodega de la finca. Este símbolo se reconoce como una de las marcas características del estilo único de Amparán.
El cronista también recordó que Alfonso Amparán tenía una amistad cercana con Héctor Javier Mátar Sepúlveda, dueño de la granja, quien le permitió al pintor plasmar la imagen de la paloma en uno de los muros de la bodega. A pesar de su importancia, el mural sufrió un deterioro considerable con el paso de los años, lo que hizo difícil reconocer sus elementos. Ante esta situación, se encargó a la artista Annie Pérez la restauración de la obra.
Gracias a este proceso de restauración, el mural ha vuelto a estar disponible para todos los visitantes y personas que transitan por la carretera.
Carlos Gallegos explicó que la paloma pintada en el mural simboliza la paz, y fue inspirada en la obra del famoso artista Pablo Picasso. Además de la paloma, el mural muestra dos párpados cerrados, un detalle recurrente en las obras de Amparán, que ocultaba símbolos y mensajes en sus pinturas.
El cronista continuó explicando que “No faltaba una señal oculta. Por ejemplo, muchos de sus rostros, de artistas tarahumaras, llevaban sus ojos o los ojos de sus hermanas… vagancias de los pintores. Y aquí en este caso dos párpados, dos párpados caídos, negándose a ver el mundo en que vivía; era su manera de pensar”, finalizó.