
En 2021, el asesinato de Gabby Petito causó conmoción en Estados Unidos y atrajo la atención de medios y redes sociales a nivel mundial. Ahora, Netflix ha lanzado el documental El caso Gabby Petito: Un viaje sin retorno, el cual revisita los momentos clave de este crimen y plantea preguntas que aún no tienen respuesta.
A lo largo de tres episodios, el documental examina los hechos que rodearon la desaparición de Gabby, la influencia de las redes sociales en la investigación y cómo las autoridades manejaron un caso de violencia doméstica que podría haberse prevenido. Desde pequeña, Gabby Petito tenía el sueño de documentar sus viajes y compartir sus experiencias en las redes sociales. En 2021, decidió emprender un recorrido por el país junto a su prometido, Brian Laundrie, en una furgoneta. A través de fotos y videos, la pareja mostraba un estilo de vida aventurero y feliz, pero la realidad fuera de cámara era muy diferente.
El 12 de agosto, durante su viaje, se realizó una llamada al 911 alertando sobre una posible agresión en Utah. Al detener a la pareja, los oficiales grabaron la interacción con sus cámaras corporales, donde se podía observar a Gabby llorando y visiblemente alterada. Aunque los agentes notaron señales de una relación conflictiva, no tomaron medidas más allá de separarlos por una noche.
Días después, la actividad de Gabby en redes sociales comenzó a cambiar. Su última publicación en Instagram, el 26 de agosto, mostraba una calabaza de crochet con el mensaje «¡Feliz Halloween!». Después de esa publicación, Gabby desapareció sin dejar rastro. El 1 de septiembre, Brian Laundrie regresó a Florida sin Gabby y sin dar ninguna explicación sobre su paradero. Sus padres tampoco notificaron a las autoridades ni se comunicaron con la familia de la joven, lo que aumentó las sospechas sobre su posible implicación en su desaparición.
El 11 de septiembre, los familiares de Gabby denunciaron su desaparición, lo que dio inicio a una intensa búsqueda que rápidamente se viralizó en redes sociales y medios de comunicación. Mientras la presión crecía, Brian Laundrie optó por desaparecer y evitó cualquier contacto con la policía. El 19 de septiembre, la investigación dio un giro trágico cuando los restos de Gabby fueron encontrados en una zona remota del Parque Nacional Grand Teton, en Wyoming. La autopsia determinó que había sido estrangulada. Mientras el país exigía respuestas, Brian seguía prófugo y la incertidumbre aumentaba.
El caso tomó un giro inesperado el 23 de octubre, cuando las autoridades encontraron el cuerpo de Brian Laundrie en una reserva natural en Florida. Junto a él, hallaron un arma de fuego y un cuaderno en el que admitía ser el responsable del asesinato de Gabby. Su suicidio puso fin a cualquier posibilidad de juicio, dejando a la familia Petito sin la justicia que tanto buscaban.
Sin embargo, el documental de Netflix pone en duda el papel de los padres de Brian Laundrie. Durante la investigación, su comportamiento fue sospechoso, ya que tardaron en colaborar con las autoridades y su testimonio solo generó más preguntas que respuestas. Aunque nunca fueron acusados legalmente, su actitud hizo pensar a muchos que pudieron haber encubierto a su hijo.
El caso de Gabby Petito también ayudó a visibilizar el impacto de las redes sociales en la búsqueda de personas desaparecidas y en la lucha contra la violencia de género. En honor a su memoria, su familia fundó la Fundación Gabby Petito, una organización que apoya a víctimas de abuso y desapariciones.
El documental presenta testimonios que muestran una faceta desconocida de Brian Laundrie. Según su mejor amiga, Rose, él era un hombre posesivo y controlador, cuya actitud cambiaba drásticamente cuando las cámaras no estaban encendidas. Además, la relación entre Gabby y la familia Laundrie no era la mejor. Se sabe que Roberta Laundrie, la madre de Brian, nunca tuvo una buena relación con su futura nuera. Tras el crimen, la familia Laundrie se negó a cooperar con la familia Petito y evitó proporcionar información a la policía.
Uno de los descubrimientos más perturbadores durante la investigación fue una carta escrita por Roberta Laundrie a su hijo Brian, titulada «Quemar después de leer». En ella, Roberta afirmaba que siempre lo ayudaría, incluso mencionando la posibilidad de proporcionarle una pala para enterrar a alguien, lo que añadió aún más misterio al caso.