Las abejas juegan un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas, ya que son esenciales para el sostenimiento de la cadena alimenticia. Como recordó el apicultor Iván Eduardo Morales Grajeda, «Si no hay abejas, no hay alimento para nadie».
Con la llegada de febrero, a pesar de las bajas temperaturas, las abejas han comenzado a hacer su aparición en los campos de la región. Este regreso coincide con el inicio de la floración de especies como los manzanos y los álamos.
El Lic. Iván Eduardo Morales Grajeda, quien está a cargo de la apicultura en la zona, aprovechó estas fechas para compartir algunas recomendaciones para cuidar a las abejas. Estas no solo son vitales para disfrutar de productos como la miel, sino también para mantener el equilibrio de los ecosistemas y asegurar la cadena alimenticia. «Si no hay abejas, no hay alimento para nadie», subrayó el apicultor.
Una de sus sugerencias fue colocar recipientes con agua y azúcar para ayudar a las abejas a sobrevivir durante el frío. Esto se debe a que la floración está comenzando, pero aún es incipiente, lo que obliga a las abejas a volar largas distancias en busca de néctar.
Asimismo, el apicultor hizo un llamado a la conciencia, pidiendo que no se maten a las abejas por miedo, una acción que, lamentablemente, es común. “Demasiada mortandad ya causó el frío”, lamentó, haciendo hincapié en la importancia de proteger a estos insectos cruciales para el medio ambiente.