En la comunidad de Llanos de Tepoxtepec, ubicada en la sierra de Chilpancingo, los habitantes enfrentan una grave escasez de agua. El manantial que históricamente abastecía a los pueblos cercanos se ha secado por completo debido a un agrietamiento en el suelo. Como resultado, los lugareños ahora deben acarrear agua desde más de cinco kilómetros. Ante esta situación, se ha puesto en marcha un proyecto ciudadano cuyo objetivo es recuperar el agua perdida a través de la reforestación.
El activista Alejandro Solano Gonzáles señaló que este problema no es único de la comunidad, sino que está relacionado con una serie de factores, entre los que destacan el calentamiento global, las sequías, los incendios forestales y la tala excesiva de árboles. Solano destacó que en 2023, la sequía en la región fue particularmente severa, ya que el manantial apenas proveía agua y los incendios forestales empeoraron la situación.
El doctor Octavio Klímek Alcaraz, especialista en Ciencias Forestales, explicó que la sequía que afecta los mantos acuíferos de la Sierra de Chilpancingo es producto del cambio climático, la deforestación y el uso de productos químicos. Klímek Alcaraz advirtió que México está especialmente vulnerable a los efectos del aumento de la temperatura, lo que está alterando las estaciones y provocando que el estiaje comience mucho antes de lo habitual.
Además, el especialista indicó que Guerrero enfrenta dos temporadas críticas: la de huracanes y la de estiaje, durante la cual los incendios forestales son más frecuentes y devastadores. Para enfrentar estos problemas, Klímek Alcaraz señaló que será necesario adoptar medidas de adaptación a largo plazo, pues el incremento de la temperatura es mayoritariamente causado por las actividades humanas.
Como parte de este esfuerzo, la comunidad ha lanzado una campaña de reforestación con la siembra de 27,000 árboles. Esta iniciativa, apoyada por diversas organizaciones de la sociedad civil, busca restaurar el ecosistema y recuperar el agua del manantial. Solano Gonzáles explicó que la deforestación, tanto legal como ilegal, ha contribuido al agrietamiento del suelo, lo que ha causado la pérdida del agua.
Los incendios forestales son otra de las amenazas más graves en la región. Cada año, estos incendios se intensifican, lo que ha llevado a la creación de brigadas de prevención y reacción. Solano Gonzáles detalló que los agricultores de la zona a menudo no toman las precauciones necesarias al realizar quemas para la siembra, lo que genera incendios de gran magnitud, como los registrados en Palo Blanco, Ocotito y Buena Vista, que destruyeron más de 50,000 hectáreas.
El manantial de Apetlanca, que por más de 30 años abasteció a Llanos de Tepoxtepec, ya no es el único caso de agotamiento de fuentes de agua en la región. Comunidades como El Fresno y Huacalapa también enfrentan una reducción significativa en los niveles de sus manantiales, lo que agrava aún más la crisis hídrica.
Klímek Alcaraz sugirió que el desarrollo de viviendas debe evitarse en zonas costeras vulnerables, ya que son altamente afectadas por el cambio climático. Además, subrayó la importancia de implementar sistemas constructivos adecuados y, en casos extremos, reubicar asentamientos humanos a lugares más seguros.
El cambio climático, según Klímek Alcaraz, es un problema multifactorial que se ve agravado por políticas públicas inadecuadas, la falta de planificación gubernamental y la falta de conciencia ambiental entre la población. Muchas personas no comprenden que están en zonas de riesgo hasta que es demasiado tarde, lo que evidencia una deficiencia en la educación y la cultura ambiental.
Este panorama subraya la urgencia de una respuesta colectiva y consensuada, que involucre a todos los sectores de la sociedad, incluidos los medios de comunicación, las autoridades y la ciudadanía, para abordar los impactos del cambio climático de manera efectiva.