El presidente Andrés Manuel López Obrador ha respondido enérgicamente a las críticas que califican su propuesta de reforma al poder judicial como un «capricho», subrayando que dicha institución está plagada de corrupción y necesita una reestructuración urgente.
«Escuché a un ministro de estos cuyo nombre es preferible olvidar diciendo que lo mío es un capricho, lo de querer reformar el poder judicial porque ellos no aceptaron que la Guardia Nacional perteneciera a la Secretaría de Defensa y que por eso me enojé», señaló AMLO durante su conferencia matutina. «Claro que la Guardia Nacional debe pertenecer a la Defensa, porque nos costó mucho trabajo constituirla, y no queremos que pase lo que sucedió con la Policía Federal que manejaba García Luna.»
El presidente destacó los antecedentes cuestionables de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, para justificar su postura. «¿Qué preparación tenía García Luna? Entró al CESEN, al centro de espionaje conocido como CESEN, exactamente cuando entra Salinas, él entra en 1989», dijo López Obrador. Con esto, el mandatario pretende evidenciar la falta de credibilidad y profesionalismo que ha caracterizado a algunas de las principales figuras del aparato de seguridad en México.
López Obrador reafirmó que su intención de reformar el poder judicial no es un capricho, sino una necesidad derivada de la corrupción imperante en la institución. «El poder judicial está plagado de corrupción. Es una mentira decir que es un capricho. La reforma es necesaria para garantizar la justicia y la transparencia en nuestro país», aseveró.
El presidente también aprovechó la ocasión para defender su decisión de incorporar la Guardia Nacional bajo la Secretaría de Defensa. «Nos costó mucho trabajo constituirla, y no queremos que pase lo que sucedió con la Policía Federal que manejaba García Luna. Necesitamos una institución fuerte y libre de corrupción que realmente pueda garantizar la seguridad de los ciudadanos», concluyó AMLO.