
Los cultivos de chile, sandía y nogal ubicados en las zonas bajas de la región sufrieron daños recientes, ocasionados primero por fuertes ráfagas de viento y, días después, por las heladas registradas la semana pasada. Así lo informaron productores locales, quienes estiman que las pérdidas oscilan entre el 5 y el 10 por ciento.
La situación fue expuesta por Alejandro Licón Blanco, representante del Sistema Producto Nuez, y Hugo Soltero, agricultor dedicado a la producción de sandía. En el caso de los nogales, Alejandro Licón explicó que varios municipios de la región resultaron afectados, incluyendo también otras zonas del estado como Jiménez, Flores Magón y Namiquipa. Indicó que los nogales se encuentran actualmente en etapa de floración, y que estos eventos climáticos extremos podrían retrasar el desarrollo del fruto.
Por su parte, Hugo Soltero señaló que, dentro del panorama general, el cultivo más afectado fue el chile, con daños que alcanzan hasta un 10 por ciento. En cuanto a la sandía, mencionó que, aunque varias parcelas presentaron afectaciones, estas no superan el 5 por ciento del total sembrado. Finalmente, comentó que si únicamente se hubieran registrado bajas temperaturas, el impacto habría sido menor o incluso nulo.
Sin embargo, lo que más perjudicó a las plantas fueron los ventarrones previos, que las dejaron estresadas y, por ende, más vulnerables ante las heladas húmedas. En este contexto, aclaró que las más dañinas son las llamadas heladas secas o “negras”.